En el centro de la interacción terapéutica se encuentran las personas que buscan ayuda con sus respectivos sentimientos, deseos, valores y objetivos.
Se ayuda a los clientes a que continúe mejorando. Se pretende capacitarlos para solucionar los problemas actuales o posteriores de un modo integrado y autodeterminado. Una de las particularidades del método radica en la retroalimentación de los contenidos emocionales expresados de sus declaraciones. De este modo se les acerca cada vez más a la propia percepción de sí mismos.

A menudo llegan a respuestas que en el día a día no se atrevían a pronunciar o de las que ya no eran conscientes. Mediante la creación de un ambiente de plena confianza, se pretende que trabajen sin miedos y de forma creativa para solucionar sus propias dificultades. La psicoterapia centrado en el cliente permite al cliente que este determine de forma autocontrolada tanto los contenidos como el proceso de la relación psicoterapéutica.