Alcoholismo se manifiesta por el consumo excesivo de alcohol. La persona que padece de alcoholismo en muchos casos ha perdido todo control sobre la cantidad de alcohol que consume.
El tratamiento de alcoholismo no es fácil. Hace mucho que se sabe que el consumo excesivo de alcohol es dañino. Por otro lado, las bebidas alcohólicas son parte de nuestra cultura. Es discutible si puede hablarse de un consumo realmente inocuo en el sentido de la denominada curva J (algo de alcohol es más sano que nada de alcohol, pero demasiado alcohol es decididamente malo para la salud) o si una abstinencia absoluta representa el estilo de vida más saludable, en concreto en el efecto que puede tener en la esperanza de vida media. La decisión del riesgo que se está dispuesto a correr para el disfrute o el placer debe tomarla cada uno, no solo en el caso del alcohol.

El alcohol es un excelente ansiolítico. Por ello, a menudo encontramos en pacientes con problemas de alcoholismo trastornos de ansiedad, a menudo también depresiones o dolores crónicos. Sin el tratamiento de la enfermedad subyacente, el tratamiento de la adicción no tiene ninguna posibilidad de éxito duradera.

El objetivo en el tratamiento de alcoholismo de conseguir una renuncia absoluta al alcohol como única opción en el caso de consumo dañino o dependiente (alcoholismo) parece problemático: Después de todo, solo el 10% de todas las personas con problemas de alcoholismo quieren renunciar por completo al consumo de alcohol, pero deben mentir al médico si desean recibir ayuda. Por desgracia, la mayoría de los médicos no conoce ningún medicamento que pueda llevar a una reducción del consumo. A menudo se dan consejos orientados a una abstinencia completa.

Está claro que, en el tratamiento de alcoholismo, la reducción de la cantidad que se bebe es un primer paso en la dirección adecuada. Ya a mediados de los años ochenta, el psiquiatra belga Luc Isebaert desarrolló el modelo Brügger de la libertad de elección: Los pacientes pueden aspirar o bien a la abstinencia, o bien a un consumo reducido. Si el paciente que tiene problemas de alcoholismo no puede lograr la abstinencia, no se le niega la ayuda, sino que se le dirige hacia un consumo reducido. Si no lo consigue, se aumenta de nuevo la motivación para un nuevo intento de abstinencia. Al mismo tiempo, las posibles enfermedades subyacentes al alcoholismo deben tratarse de manera consecuente.

MAS SOBRE ALCOHOLISMO E OTROS ADICCIONES

Nuestro tratamiento de alcoholismo:


Diagnóstico:

  • ¿Existe un síndrome de dependencia?
  • ¿Hay alguna enfermedad psiquiátrica o somática subyacente o enfermedades secundarias?
  • ¿Como debe verse la tendencia al consumo en el ámbito familiar y de trabajo? 
  • ¿Para qué está motivado el paciente?
  • ¿Reducción de la cantidad de bebida, abstinencia secuencial o permanente?
  • ¿Qué recursos tiene el paciente?

Terapia:

El primer paso en el tratamiento de alcoholismo: en el caso del síndrome de dependencia se requiere privación estacionaria, clínica o ambulante. Normalmente utilizamos también principalmente benzodiacepina. Dependiendo de la dificultad de la dependencia, la privación dura entre tres y cinco días. Ya durante esta fase se comienza con la psicoterapia.

De los siguientes 10 a 14 días se promueve un desarrollo y un refuerzo de la motivación mediante intervenciones psicoterapéuticas intensivas.
Damos un valor particular al tratamiento psicoterapéutico y libre de medicamentos de una posible enfermedad subyacente (depresión, ansiedad, etc). Nuestros pacientes tienen una media de dos sesiones terapéuticas individuales al día.
Según las necesidades empezamos con la utilización de sustancias contra la ansiedad como Nalmefen, Naltrexon, Acamprosat o Baclofen.

A diario, se llevan a cabo hasta dos sesiones de estimulación magnética transcraneal repetitiva (EMTr) o estimulación transcraneal con corriente directa (TDCS) para la reducción de la ansiedad.
El programa se complementará por medio de una terapia individualizada de deporte y movimiento para estimular una nueva experiencia física.

De forma adicional tiene lugar la mediación de procedimientos de relajación, como el entrenamiento autógeno o la relajación progresiva. 

La hipnosis y el neurofeedback ayudan a una mayor reducción de la presión de la adicción y al estímulo de la autoeficacia.

Nueva terapia de alcoholismo con psicoterapia asistida con Ketamina

En base a nuevos estudios, también introducimos una forma particular de psicoterapia asistida con ketamina. La memoria de la adicción se borra con una combinación de infusiones de ketamina y terapia conductual.

Nuestro tratamiento de pacientes con un consumo de alcohol dañino o dependiente se lleva a cabo de forma absolutamente discreta por medio de un tratamiento individualizado de alta intensidad y multimodal. En él se emplean los conocimientos más modernos de la investigación de adicciones. La duración media del tratamiento está entre las dos y las tres semanas. Con ello nuestro enfoque terapéutico se diferencia de forma considerable de las clínicas de adicción convencionales.