La astenia primaveral.
La astenia primaveral no es una enfermedad, es un síntoma que deberse a estar padeciendo enfermedades orgánicas o psicológicas. Otras causas como el estrés o el exceso de trabajo pueden afectar también.
Coincidiendo con el paso del invierno a la primavera un 2% de la población puede sufrir cansancio o astenia. Además, esa sensación es posible que aparezca junto a otras manifestaciones.
Es importante decir que no es un trastorno psiquiátrico, no se debe confundir con el TAE (Trastorno Afectivo Estacional), que si que es una tipología de depresión.
No existe una teoría concreta respecto a como se produce la astenia primaveral pero parece que son dos los factores que la causan al combinarse: uno de ellos es el número de horas de luz solar y el otro son los ciclos hormonales.
¿Cómo podemos prevenirla? Es importante llevar un ritmo de vida saludable y ordenado con una dieta equilibrada. Es muy importante comer verduras, hortalizas, alimentos ricos en vitaminas y minerales, sin olvidar los alimentos de origen animal. Es importante remarcar que hay alimentos que favorecen la producción de serotonina.
Siguiendo estas instrucciones los factores externos no minarán nuestra energía.
Mantener hidratado el cuerpo es muy importante también. Es conveniente beber bastante agua durante el día complementando la ingesta de líquidos con infusiones y con zumos. Hay que evitar el café, las bebidas excitantes y el alcohol.
Las horas de sueño son importantes. Debemos dormir mínimo 8 y si necesitamos más, pues las que necesitemos para sentirnos descansados. Seguir unos horarios fijos a la hora de ir a dormir y de levantarnos nos ayudará.
Por supuesto: No hay que fumar.
¡Atención! No hay que automedicarse. Por otra parte, si la persona está correctamente alimentada no hay que tomar suplementos nutricionales. Hay que evitar la toma de vitaminas en exceso (hipervitaminosis), por lo que SIEMPRE debemos consultar con nuestro médico.