El cáncer y la salud emocional.
Los sentimientos de depresión, ansiedad y miedo son muy comunes en los pacientes de cáncer. Son respuestas normales a esta experiencia que cambia sus vidas ya que produce un gran impacto sobre la persona.
Son muchos los aspectos que pueden causar estos sentimientos; los cambios en la imagen corporal puede afectar a la autoestima y la confianza, las alteraciones en los roles familiares y de trabajo, el dolor, las náuseas y el cansancio en general. Al padecer cáncer se puede sentir también miedo a la muerte, al sufrimiento, al dolor y a todo lo desconocido que puede suceder.
Es posible que la depresión dificulte afrontar el tratamiento. Puede que también interfiera en su capacidad a la hora de tomar decisiones.En consecuencia, identificar y tratar la depresión es importante cuando se está tratando un cáncer.Los síntomas de depresión pueden aparecer poco después del diagnóstico, durante el tratamiento o después. Estos varían de leves a graves.La depresión grave interfiere en el día a día de la persona, en sus relaciones, actividades y responsabilidades.
Una persona que tiene cáncer tiene más posibilidades de experimentar depresión si cumple con los siguientes factores de riesgo:
Diagnóstico anterior de la depresión o ansiedad.
Antecedentes familiares de depresión o ansiedad.
Falta de apoyo de amigos o familiares.
Dificultades económicas.
Es recomendado para la mayoría de los pacientes de cáncer hacer una detección de la depresión. Esta debe hacerse cuando a la persona se le detecta la enfermedad y durante el tratamiento. También en la recuperación. Para ello se deberán tener en cuenta los sentimientos del enfermo, sus inquietudes, los síntomas físicos y el impacto del cáncer en su vida cotidiana. El tratamiento de la depresión de un paciente no solo le da más calidad de vida , también puede aumentar el tiempo de supervivencia.