TRATAMIENTO DE LA DEPRESIÓN Y TRASTORNO DE ESTRÉS POST-TRAUMÁTICO CON KETAMINA
¿Qué es la ketamina?
La ketamina es un anestésico conocido desde hace décadas utilizada en anestesias breves para pequeñas operaciones o en medicina de urgencia.
Uno de los resultados que siempre ha resultado llamativo el hecho de que provoca más sueños, lo que fomenta que se use como droga. La ketamina pertenece
a una serie de fármacos que bloquean los receptores celulares para el glutamato, que es el químico que se encarga de la estimulación cerebral.
A pesar de que muchos psiquiatras están en contra, el uso de la ketamina como antidepresivo se ha extendido a nivel mundial como remedio cuando otros medicamentos fracasan. Su mecanismo de acción es completamente diferente y ofrece una gran ventaja que los otros antipresivos no tienen: su efecto es inmediato y disminuye los
pensamientos de suicidio el mismo día.
La dosis que se administra es muy reducida y se hace en forma de perfusión durante 40 minutos. Casi nunca tiene efectos secundarios y si ello sucede, estos desaparecen en cuanto se detiene la perfusión.
La mayoría de los pacientes afirman que después de su tratamiento con ketamina su estado de ánimo ha mejorado notablemente y se notan más claros a la hora de pensar.
Dicho efecto puede extenderse más incluso al día siguiente, meses o años. Se ha demostrado que la ketamina actúa mucho más rápido que los medicamentos antidepresivos más utilizados que actualmente están disponibles y que requieren más semanas para tener efecto.
Es importante señalar que la vida de la sustancia dentro del organismo es extremadamente corta.
Otra de las ventajas de la ketamina es la neuroplasticidad, por lo que los pacientes están más preparados para la psicoterapia y la neurorretroalimentación. Se inicia así un periodo que es importante en el que es posible realizar una terapia intensiva con el paciente con el objetivo de realizar cambios que sean duraderos.
Se ha comprobado que el uso de la ketamina es muy efectivo con las personas depresivas debido a dolores crónicos o en esas depresiones que se manifiestan mediante el dolor (las llamadas depresiones somatizadas)
Con el tiempo han ido surgiendo más estudios sobre la efectividad de esta sustancia que no solo es eficaz en el tratamiento de las depresiones, sino que también lo es ante trastornos de estrés postraumático. Ante adicciones a opiáceos se ha demostrado que reduce el impulso de consumir de nuevo.