LA ADICCIÓN A LAS DROGAS
La adicción es definida como una enfermedad crónica caracterizada por el consumo de drogas, aún a sabiendas del daño que producen.
Se considera una enfermedad del cerebro, debido a que lo modifica afectando a su estructura y a su funcionamiento.
Dichos cambios pueden ser de larga duración y conducen a comportamientos peligrosos que se observan en las personas que abusan del consumo de drogas.
Son diversas las razones por las que la gente empieza a consumir drogas; la mayoría de las drogas de las que se suele abusar producen sensaciones de placer intenso que dependiendo de la sustancia va seguido de sentimientos de relax y satisfacción.
Algunas personas sufren ansiedad social, trastornos de estrés y depresión, pudiendo empezar a hacer uso de la droga en un intento de disminuir la sensación de angustia.
Muchas veces el estrés juega un papel importante en el consumo de droga o en su abuso, siendo también factor de recaída en los pacientes que se recuperan de una adicción.
Otra razón por la que algunas personas abusan de las drogas es cuando sienten que están bajo presión y quieren aumentar o mejorar sus capacidades o rendimiento (en el trabajo, en el deporte, etc…). Lo que puede ser experimental al principio y convertirse con el tiempo en un abuso, pasando a la adicción.
La curiosidad es otra de las grandes trampas en las que puede caer una persona (sobretodo la gente joven) a la hora de caer en la droga y su adicción.
En este aspecto, los jóvenes son los más vulnerables a nivel social, ya que son más propensos a participar en comportamientos de riesgo.
La finalidad de ayudar a una persona adicta es que deje de recurrir a la búsqueda y al consumo de la droga. No suele ser (por lo general) suficiente con un ciclo de tratamiento a corto plazo ya que una de sus características son las recaídas. Muchas veces el proceso es largo , implica varias intervenciones y constante
supervisión.
El tratamiento para la adicción a la droga puede incluir terapia de conducta, medicación el neurofeedback o una combinación de ellos, variando según las necesidades del paciente y según el tipo de droga del que sea adicto. También el deporte y la hipoterapia pueden tener una función importante.
El tratamiento dependerá también de la gravedad de la adicción y las recaídas. Hay que tener en cuenta que el adicto tendrá también otros problemas que tratar, como los ocupacionales, legales, familiares y sociales, incluyendo trastornos mentales. Hoy existen muchos caminos para salir y no tienen que ser dolorosos, como se decía antes. Para cada paciente hay que buscar su propia terapia dependiendo de la meta: abstinencia, abstinencia parcial o consumo reducido. El paciente tiene que elegir, no el terapeuta. Así se aumenta la motivación. ¡Mejor un paso pequeño tras otro con éxito, que pasos grandes con recaída!