La terapia con animales.
La misión de la terapia con animales es aprovechar la ventaja que las mascotas ofrecen para tratar enfermedades de cualquier tipo, sobretodo en niños y en mayores. Es muy usada para el autismo y las discapacidades mentales o intelectuales. El objetivo principal es mejorar la calidad emocional del ser humano y aumentar la seguridad en aquellos que por alguna razón la han perdido.
Cada vez se usan más los animales en el tratamiento de la depresión. Según los estudios, cuando el ser humano tiene cerca a un animal doméstico muy cerca, bajan sus niveles de agresividad, mostrándose cariñoso y amistoso. Hablar a los animales permite a la persona fortalecer la comunicación, aumentar la confianza y reducir los temores.
Los beneficios de la zooterapia son los siguientes:
Mayor empatía: Relacionarse con el animal hace que la persona aprenda a ponerse en la posición de los demás.
Enfocar mejor lo que sucede alrededor: Ayuda a las personas depresivas en su enfoque con el ambiente, que dejen de hablar de sus problemas para hablar de los animales…
Mejorar las relaciones con otras personas: Ayuda en la comunicación entre el terapeuta y el paciente.
Aceptación hacia los demás: Los animales tienen una manera particular de aceptar a las personas sin calificarlas y eso la persona lo aprende.
Entretenimiento: Los animales divierten a las personas.
Socialización: Las personas enfermas, gracias al tratamiento, se muestran más alegres, más sociables, menos ansiosas, menos estresadas y más animadas.
Perciben estímulos cerebrales: En los pacientes con depresión, la presencia de un animal ayuda a que la atmósfera se aclare, haya más distracción, y con la alegría del juego y el divertimento disminuye el sentimiento de aislamiento.
Beneficios fisiológicos: Los animales producen una sensación de relax y gracias a ella baja la presión sanguínea.
Entrenar a los animales y sus propias habilidades hacen su presencia muy útil para advertir sobre situaciones que pueden poner en peligro la vida de las personas y su salud. Gracias a sus 250 millones de receptores olfatorios, son capaces de detectar cambios en el organismo que nosotros no podemos percibir. Además gracias a su vista y olfato súper desarrollados pueden estudiar más profundamente a las personas. Mediante ladridos, agitaciones o intentos de llamar la atención, los animales pueden avisar a tiempo y evitar una crisis en el paciente, lo cual es perfecto para el equipo médico que puede prevenir y salvar a la persona. Las terapias asistidas con animales son mayormente requeridas en hospitales, clínicas, instituciones mentales y también en la actualidad son muy eficientes en centros penitenciarios y asilos.